No llegar en taxi, ni en bus... preferiblemente por tu propio pie y a poder ser con la mochila. No vale como algunos andaluces hacen o como algunos japoneses que se teletransportan.

Una buena experiencia y con mi pareja, algo inmejorable.

Comenzamos el viaje en Sarria, bueno, en Salamanca, pero esa parte fue en bus y a partir de Zamora se hizo insufrible por unas, por desgracia, también peregrinas ¡charlatanas que roncaban! La lluvia acompañó el resto del día pero se apartó por la noche para comenzar la primera etapa hasta Portomarín. Una etapa de unos 23 Km que se hace bien y con buenos paisajes (cuidado, no obsesionarse con cada ito kilometrico que aparece en el camino).

Fortaleza-Iglesia de Portomarín

Portomarín resulta bonito, regado por el río Miño y coronado por una iglesia fortaleza templaria bastante peculiar. El albergue público muy bueno pero sin cacharros de cocina. De allí partimos a Palas de Rei, etapa que se hizo corta ya que pensábamos que tenia más kilómetros de lo pensado.

De Palas poco que decir, el albergue peor, acompañados de Franchutes maleducados. Eso si, el pulpo allí esta bien rico. La siguiente etapa duró entre 25 y 27 Km, sin duda la más dura de las cinco, muy larga y con muchas subidas y bajadas, con razón la llaman la destroza piernas. Muy importante, aunque en las guías ponga ir hasta Arzua, conviene quedarse 3 Km antes en Ribadiso, el albergue es increíble, con un riachuelo y buenas instalaciones, a nosotros nos dio la vida.

Puente de Ribadiso

Llegar a Pedrozuo al día siguiente conlleva caminar un camino más fácil pero el cansancio y las primeras ampollas lo pueden hacer más duro, además la zona esta plagada de plantas de abono, camino de mierda.... El pueblo tampoco es mucha cosa la verdad, pero el albergue esta equipado con nevera, utensilios y microondas (si! los otros no tienen).

Por último, la recta final a Santiago, la segunda etapa más dura de las cinco. Muy recomendable empezarla de noche, caminar al menos dos horas a oscuras, una experiencia muy chula. La subida de el monte do gozo se hace muy muy larga, para llegar arriba, ver un monumento y una mierda de vistas de Santiago, de cuya catedral se pueden ver dos trozitos de los picos de las torres.

HDR catedral de Santiago 1

Finalmente llegamos, a un buen albergue cerquita de la plaza del obradoiro cuyo nombre me reservo. Otro mito destrozado, nos llovió solo en Sarria un poco y en Santiago un poco por la noche.

En resumen, seguimos el camino de flechas amarillas y me quede en Santiago disfrutando de la victoria personal y de mi victoria.

El peregrino oculto

1 comentarios :

Vicky Carras dijo...

Me gusta tú última frase, y que bueno llegar por fin a Santiago. Me alegro que te gustara la experiencia muchacho!!! :)